Es una pasión. Así lo viven los muchachos que practican la
disciplina del skateboarding en la provincia de Jujuy. Un domingo a la tarde, la
pista de skate tuvo la presencia del Team Fisura Style que está abocado a la
promoción de este deporte callejero que se practica con una tabla de madera
plana y doblada en los extremos que tiene dos ejes y cuatro ruedas.
Los vehículos que recorrían la avenida Forestal del sector B
3 pasaban en forma lenta para observar la exhibición que realizaron los chicos
durante la práctica para mostrar su destreza con la tabla.
“La idea es difundir lo que hacemos”, afirma Rafael Mamani,
un muchacho que hace ocho años práctica la disciplina. El joven que vive en el
barrio Coronel Arias de la ciudad Capital menciona que en la provincia hay
personas que hace quince años practican el skateboarding. Con la capucha del
buzo canguro cubriendo su cabeza, Rafael sacaba fotos con su cámara, cada
movimiento de los chicos y grandes.
Con el apoyo de dos comercios que venden elementos para
practicar este deporte, el team recorre los escenarios de la provincia. El mes
de mayo fue la primera vez que expresaron su capacidad en la pista de Alto
Comedero. Con cero apoyo oficial y respaldo de la familia se movilizan por la
provincia. “Los organismos oficiales jamás respondieron, dan muchas vueltas”,
afirmó Rafael.
El máximo exponente de Alto Comedero es Lucas Abarza, Un
niño de diez años que practica hace un año la disciplina. “Es un deporte para
compartir con los chicos”, afirma Lucas que logro el primer puesto en un torneo
nacional en la provincia de Catamarca y, obtuvo dos primeras ubicaciones en la
ciudad de Palpalá.
Cuenta que practica cinco horas para mantener su nivel y que
su alimentación esta basada en las verduras y “mucho calcio por los huesos”.
Asegura que seguirá compitiendo a pesar de que “un par de veces se lastimó el
codo”.
Lucas cursa el sexto grado en el Colegio Nuevo Horizonte y
cuenta con el apoyo de sus padres. Con su familia vive en las 70 viviendas del
SEOM en Alto Comedero.
Otro niño cuenta que hace más de un año entrena con el skate
y lo define como “un estilo de vida”. Agrega que conoció este deporte por sus
primos que lo practican en Mar del Plata. “Lo ví y me gusto; por eso pedí a mis
padres que me compraran el skate”, menciona el niño de nueve años que practica
cada día para volar con su tabla por las pistas.