María del Valle comenzó a recorrer ese camino el 5 de marzo de 2005. Ese día, su hija y gendarme Carola Elina Carretero fue asesinada en una vivienda del barrio Malvinas Argentinas de la ciudad Capital. Este año podría empezar a develarse la verdad con el desarrollo del juicio oral y público a los seis gendarmes acusados.
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| Carola Elina Carretero. |
Casi ocho
años tuvo que esperar María del Valle Lazarte para escuchar por primera vez que
el expediente del homicidio fue girado al Tribunal Criminal II de la Justicia
Provincial para fijar fecha de juicio. Esa espera se produjo porque los
gendarmes, a través de sus abogados, presentaron apelaciones desde que se
registró el hecho para tratar de que pase el tiempo. Lograron que por el tiempo
pasado, hoy los seis gendarmes estén en libertad, pero no consiguieron vencer
la fortaleza de una madre que perdió a una hija, apoyada en su fe en Dios.
“Quisiera que esto tenga sus frutos para que no vuelva a pasar”, afirmó la madre en su vivienda de las 370 viviendas II etapa del distrito de Alto Comedero, esperanzada en llegar a la condena de los acusados, que desde el primer momento intentaron plantar la hipótesis del suicidio de Carola, porque colocaron su cuerpo en el baño simulando que se había colgado del caño de la ducha. La colocación de un muñeco, con peso similar a la joven asesinada, en el caño probó que la escena había sido armada y, más otras pruebas, inclinaron la balanza contra Roberto Omar González, hoy procesado como supuesto autor del delito de homicidio calificado por alevosía.
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| La tenaz María del Valle Lazarte. |
Luego de un tiempo de investigación, el gendarme Cristián Monje, novio de la víctima, también fue procesado como partícipe primario, es decir cómplice del crimen. “Varias veces vino a casa a negar su participación y que no sabía nada”, contó María del Valle Lazarte sobre la pelea que tuvo desarrollar contra ese muro del silencio corporativo.
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