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domingo, 31 de marzo de 2013

Historia de dos hombres de la guerra de Malvinas


Dos hombres que estuvieron en la Guerra de Malvinas se conocieron. Nunca habían conversado o escuchado al otro hablar de la experiencia en la Armada Argentina. Ambos estuvieron en Destructores diferentes. Hoy, viven en el mismo barrio que lleva el nombre de Puerto Argentino (308 viviendas), a partir de la ordenanza municipal 6271 del año 2012.
Marco Lamas eligió formarse en la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA). “Me inicié en la carrera porque tenía como ejemplos a mis primos que tenían un buen futuro y eran buenas personas sobre todo”, explicó el hombre nacido en la ciudad de Humahuaca, el 25 de abril de 1955.
La historia de César Osvaldo Abán fue diferente. En el sorteo para realizar el servicio militar obligatorio le tocó un número alto. “En ese tiempo uno se entusiasmaba con hacer el servicio militar”, describe cómo vivió ese momento, en su residencia en Abra Pampa, para luego viajar a Buenos Aires “para conocer y aprender con toda la inocencia de los 18 años”.

César Abán y Marco Lamas.
Entonces, Lamas tenía 26 años y Abán 18, cuando fueron protagonistas de la guerra por Malvinas. “Salimos a realizar movimientos en el mes de marzo en el Destructor Luis Piedrabuena por el Atlántico y entonces nos enteramos que el 2 de abril, comenzó a flamear la bandera argentina en Malvinas”, recordó Lamas sobre ese momento crucial que habían decidido sus superiores para recuperar las Malvinas de la usurpación que hicieron los ingleses hace 150 años. Tuvo que intervenir en el rescate de los tripulantes del Crucero General Belgrano que fue atacado y hundido en la tarde del 2 de mayo por torpedos disparados por el submarino nuclear británico Conqueror.
“Cuando nos incorporamos no nos informaron nada de la guerra, directamente nos dieron el destino para salir a navegar, sin saber el motivo”, describió Abán sobre el cerco informativo del combate bélico. “Ya estábamos en altamar en el portaaviones cuanto me enteré que estábamos en guerra con Gran Bretaña”, afirmó el oriundo de Abra Pampa, nacido el 12 de septiembre de 1963, que había ingresado al servicio militar en febrero de 1982 y vivió la guerra en el Portaaviones ARA 25 de mayo. “Estuve en la zona de guerra, pero nunca llegué a pisar el suelo malvinense”, dijo.
Los recuerdos de Marco Lamas.
Ambos comparten una coincidencia. Viven en calles que llevan los nombres de dos aviadores militares de la cuadrilla de aviones A-4B de la Fuera Aérea Argentina que murieron en combate en Malvinas. Se trata de los tenientes Nivoli e Ibarlucea, cuyos restos quedaron en el océano Atlántico.
Hoy, también, comparten el barrio denominado Puerto Argentino.  “Ojalá que se haga un homenaje grande porque significa volver a los recuerdos y mantener firme de que Malvinas fueron y serán argentinas”, afirmó Lamas sobre la elección del nombre del lugar donde se desarrollaron los “combates más críticos y de mucho sufrimiento”.
“Significa recordar a los camaradas y conscriptos que fallecieron y para que se tenga siempre presente que las Malvinas son argentinas, más allá de toda la pelea diplomática, y por supuesto que no vuelva a suceder una guerra porque es lo peor que a uno le puede pasar”, finalizó César Abán, que le demandó tiempo, al igual que Marco Lamas, para superar esos días de 1982.

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