Una oración por cada dedo de
tu mano. Es simple y sencilla la propuesta que realizó el Papa Francisco para
fortalecer tu oración o para iniciarte en ella.
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| La forma de orar del Papa Francisco. |
El próximo dedo es el índice. Es el momento de rezar por
los que enseñan, instruyen y sanan. Es decir, maestros, profesores, médicos,
sacerdotes, etc. Ellos necesitan apoyo y sabiduría al conducir a otros por la
dirección correcta.
El dedo más alto (medio) es para pedir por nuestros líderes, por los gobernantes, por
aquellos que tienen autoridad (presidente, gobernador, intendente, gerente,
etc). Ellos necesitan la dirección divina para hacer lo correcto.
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| Los dedos de la oración. |
El cuarto dedo es el anular (donde va el anillo). Es el dedo más débil, como te lo puede
informar cualquier profesor de piano. Es momento de recordar a los más débiles,
a las personas con muchos problemas o aquellos que están postrados en cama. Es,
también, una invitación para orar por los enfermos. Durante el día y noche,
necesitan de sus oraciones.
Finalmente, el dedo más pequeño (meñique) es para
recordar que debes orar por ti mismo. Cuando hayas terminado de rezar por los
primeros cuatro grupos, tus propias necesidades aparecerán en una perspectiva
correcta y estarás preparado para orar por ti mismo.
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